MENU

Postboda en Castro Urdiales

CANTABRIA

Donde el mundo termina y comienza la magia

Comenzamos el viaje a las 8 de la mañana desde Madrid a Castro Urdiales. Nos separaban 4 horas y  500 km hasta poder pisar la arena de la playa. Hicimos el camino entre risas, buena música y alguna parada para coger fuerzas. No paraba de llover… No queríamos desanimarnos, pero el cielo estaba cada vez más negro y el paisaje cada vez más verde. En Castro nos esperaban Cris y Pablo. Por teléfono nos decían que allí lucía el sol y que no nos preocupáramos. Llenos de grandes esperanzas, continuamos nuestro viaje.

Por fin, tal como había vaticinado Pablo, dejamos atrás Bilbao y el cielo se fue abriendo paulatinamente y nos envolvió el aire limpio y templado del mar, como un abrazo tibio en nuestro cuerpo y nuestros corazones. El norte de España es mágico. Desde el primer momento, su naturaleza nos dejó sin palabras y sólo pudimos rendirnos ante su magnificencia.

Nuestra primera parada fue el centro de Castro Urdiales. Un lugar muy especial para Pablo y Cris, ya que los muros de la catedral conocen las palabras que se dijeron para comprometerse. Paseamos cerca del puerto y no pudimos parar de hacer fotos y vídeo todo el camino. A nuestros queridos anfitriones les brillaban los ojos, y las sonrisas se les escapaban a cada paso.

Paramos un ratito a comer y a media tarde, de camino a la Playa de Berria, comenzó a llover sin parar. Nos resguardamos en una tranquila cafetería y esperamos a que ocurriera un milagro. Y de nuevo, el norte nos robó el corazón.

El agua del mar estaba tibia, el aire fresco y limpio, la arena mojada de la lluvia, y nuestros cuerpos llenos de energía y felicidad. No volvió a llover en todo el día. Salió el sol y la playa se llenó de surfistas. Nos descalzamos y corrimos como niños. Pocas veces uno siente esa felicidad tan pura.

Fue un fin de semana entre amigos, acabamos de cañas por el centro de Castro y tomamos un helado por nuestro recorrido nocturno en el paseo marítimo. El viaje de vuelta fue triste… Es lo que tiene el norte, cuando vas ya no te quieres ir. En este post os dejamos una pequeña muestra de esta gran aventura, y os damos las gracias, Cris y Pablo, por hacer todo esto realidad.

FIN

CASTRO URDIALES

C&P

CERRAR